8 años después: Volar a Nueva York
- Andrea Román

- 26 nov
- 2 Min. de lectura
Los viajes me hacen reflexionar demasiado.
A las 8:50 pm sale el vuelo a Guadalajara, que es el primer destino de esta ruta hacia Nueva York.
Traigo un abrigo que mi mamá me compró en 2017 cuando hablábamos de conocer Nueva York juntas. Ella pudo visitarlo al poco tiempo y yo hasta 8 años más tarde. El abrigo ahí lo dejé, esperando, algún día, usarlo para el propósito para el que fue comprado. Hoy mi mamá me comparte lugares que visitó y yo voy rumbo a ellos.
Qué gran día: la última fase del proceso de admisión a la escuela que sueño y el inicio de mi travesía de 10 días por Nueva York. Todo en un mismo día, todo acomodándose para que esté donde tengo que estar, sin complicaciones.
Vengo de hacer una entrevista en la que dejé ver la profundidad de mi alma, o eso sentí. En el proceso de admisión a la escuela de cine que tanto he mencionado en mis redes, me pusieron la entrevista para el día de hoy por la mañana: esta entrevista que determina si me quedo en la escuela o si me rechazan.
Desperté 7:00 am y después de leer algunos mensajes de buenos deseos para esta etapa del proceso, me bañé con música de artistas como Raurau y Karol G. Luego puse Taylor Swift y cerré con broche de oro: Your Love de Lime.
Me preparé café y unos hot cakes de amaranto con matcha de una marca mexicana que recién descubrí. Les puse plátano, miel de mi amado Veracruz y, con toda la calma, me dispuse a salir rumbo a mi entrevista.
9:50am: llegué al CCC, pasé a la sala de espera y descubrí la tranquilidad de confiar en el proceso. Cuando llega mi turno, me sentí satisfecha con lo que entregué y sentí confianza en mis respuestas. Creo que me fue bien, sentí estar platicando con amigos.
Al salir, hago las llamadas y mensajes esenciales: mi mamá, mi abuela y la persona que ha estado ahí acompañando desde siempre.
Pasé a Fotomecánica a recoger el sueño de muchos fotógrafos: el 70-200 f/2.8 listo para acompañarme en mi viaje. Las personas de este lugar se empiezan a sentir como amigos, como personas que abrazo porque me importan, porque les agradezco desde el corazón. Ni Sonia ni Karla han de tener idea, pero yo siento que mi vida ha cambiado a mejor desde que están en ella.
Llego a casa y celebro haciendo la maleta para iniciar este viaje: mi primer invierno en Nueva York, mi primera vez visitando esta ciudad de luces, la que nunca duerme, la de Frank Sinatra, la de Gossip Girl.
Pedí sushi a domicilio, vi Gossip Girl y salí rumbo al aeropuerto.
Veo la pantalla de las salidas mientras escribo esto y leyendo los destinos pienso que ojalá la vida me dé para conocerlos todos: París, Santiago, Munich, Madrid, Amsterdam…
Ojalá algún día sean tantos los aviones que lleve en mi cuenta que sea incapaz de llevar la cuenta de ellos y solo recuerde todas las experiencias vividas.
Hablando con mi mamá lo decimos: todo a su tiempo.



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